2- Indicar que se escucha diciendo “SÍ”, o afirmando con la cabeza.
3- No expresar inicialmente el propio acuerdo o desacuerdo, sino mostrar simplemente “que se ha comprendido lo que decía el enfermo.
4- Dejar las pausas para animarlo, para que lo siga haciendo. No llenar los silencios.
5- No desplazar el centro de atención de la conversación del enfermo, mostrando desacuerdo o hablando de uno mismo.
6- Formular preguntas abiertas, para animarlo a continuar hablando o a discurrir.
7- Resumir o reafirmar, de vez en cuando, lo que se dice, para mostrar que lo hemos entendido.
8- Responder a los sentimientos que parecen estar detrás de las palabras. Mostrar que comprendemos lo que siente él.
9- No hablar yo de otros asuntos, con la gente que me rodea.
10- Frente a él, todo mi cuerpo, y en especial mi rostro, debe reflejar
serenidad, paz y amor.
11- Aprender a escuchar, sabiendo hacerme su pregunta de forma
reposada, y luego responder.